25 pies es la profundidad de periscopio del submarino, la que le permite observar su entorno permaneciendo oculto. Ve y no es visto, una situación de privilegio que puede mantener por poco tiempo, el que dispone para seleccionar su objetivo y orientarse hacia él.
A partir de esta metáfora, entre 2008 y 2015 comisaríe para el Gobierno de Canarias un proyecto con el objetivo de exponer anualmente en las salas de arte del Instituto de Canarias Cabrera Pinto de San Cristobal de La Laguna (Tenerife) el trabajo de las artistas emergentes del archipiélago canario. No para «presentar en sociedad» una nueva generación de creadores, sino para habilitar, al final de cada temporada, un espacio crítico en el que hacer balance, analizar y debatir los nuevos derroteros de la cultura y su decantación en el territorio local.
25 pies. Orientaciones (territorios para la creación y el pensamiento) fue un proyecto expositivo y un espacio de debate de periocidad anual y desarrollo continuo que pretendía cartografiar los nuevos territorios de producción cultural.
El arte contemporáneo está marcado por el ritmo del devenir histórico. Los acontecimientos se suceden a una velocidad que dificulta la reflexión sobre su trascendencia o su pertinencia. Ese progresivo distanciamiento entre los actos y su sentido favorece el desarrollo de una cultura espectáculo que dificulta una lectura más reflexiva del arte. Este proyecto, muy vinculado con arte_C (la Unidad departamental de Pensamiento artístico y prospectiva cultural de la Universidad de La Laguna), asumía el compromiso no sólo de facilitar a los y las artistas noveles un espacio donde exponer su creación sino también una herramienta intelectual con la que interpretar su significado y, sobre todo, con la que contextualizarlo dentro del ámbito general de la cultura contemporánea.
Las mesas de trabajo que tuvieron lugar en paralelo a las exposiciones tuvieron contenidos específicos y complementarios que rataron de sondear el mayor espectro posible del territorio de la creación cultural. Y aunque el proyecto 25 pies. Orientaciones tuvo un perfil abierto y pretendidamente dinámico, con el fin de animarlo y articular sus objetivos proponía, además de un mapa conceptual en el que orientarnos, una batería de propuestas que trataban abiertamente de polemizar con las que en su día proponía Septenio:
1. Bio.grafía [¿cómo se realiza la vida en un mundo que privilegia la flexibilidad y la capacidad de adaptación y dificulta la integración de la existencia en el orden del relato?].
2. De.crecimiento [¿puede la economía, como ciencia del crecimiento y ámbito de la producción, desconstruirse a sí misma para permitirnos pensar no un contradictorio desarrollo sostenible sino un inevitable estancamiento saludable?].
3. Bienestar [¿cuál puede ser el telos de la historicidad tras la crisis de un modelo de bienestar que públicamente se mide por el PIB y privadamente por la capacidad de consumo?, ¿qué concepto de calidad de vida puede servir de referente para valorar el ‘progreso’?].
4. Demo.grafía [¿cómo diseñar la colectividad tras la crisis de la comunidad?, ¿sobre qué bases redibujar la democracia una vez perdida la confianza en sus gestores electos?].
5. In.formación [¿qué sentido tiene la educación tras la crisis de la mentalidad burguesa que identificaba (de manera no poco voluntarista) el cultivo privado con la prosperidad pública?, ¿qué sentido tiene el ‘cultivo de sí’ en la cultura sociolaboral de la adaptación y el reciclaje?].
6. In.movilidad [¿es sostenible el culto a la movilidad que privilegia los desplazamientos sobre los intercambios locales?, ¿cómo afecta el culto a la velocidad al entorno socioambiental?].
7. Estado civil [¿cómo se re.definen las relaciones sociofamiliares tras la crisis del patriarcado?, ¿qué sentido tiene la crítica vanguardista al ‘estado burgués’ tras la privatización del estado (incapaz de proteger al individuo frente a la codicia liberal) y la progresiva extinción de las clases medias (con el creciente aumento del diferencial de ingresos)?].